Carlisle Cullen (pronunciado como "carlail") es un personaje ficticio de las novelas de Stephenie Meyer, Crepúsculo, Luna Nueva, Eclipse, Amanecer, y la aún no publicada Midnight Sun.
Historia
Carlisle Cullen nació en Londres, Inglaterra alrededor del año 1640. Hijo único de un pastor anglicano, su madre murió al alumbrarle a él. Fue criado en un tiempo de persecución religiosa contra los católicos y personas de otros credos. Su padre lideró numerosas revueltas en contra de las brujas, los licántropos y los vampiros, colocándolo al frente de los grupos de búsqueda. Aunque su padre era más bien un fanático, Carlisle sí logra localizar un aquelarre auténtico de vampiros que vivían ocultos en las cloacas de la ciudad.Uno de ellos lo ataca, dejándolo herido, mientras una revuelta de dicho aquelarre y los compañeros de Carlisle tiene lugar. Sabiendo cómo iba a reaccionar su padre, se escondió en un sótano enterrado entre patatas podridas mientras duró la transformación. Cuando supo que se había convertido en vampiro, intentó suicidarse tirándose desde altos riscos y ahogándose en el océano pero no funcionó.[1]
Carlisle se negaba a beber sangre humana y decidió exhiliarse para no poder hacer daño a nadie. Una vez, delante de la cueva en la que se ocultaba, pasó una manada de venados y los atacó sin siquiera pensarlo. La «sed» lo llevó a alimentarse de los venados y así descubrir que se podía vivir de otra manera además de la sangre humana. Es su dieta a base de sangre de animales la que le concede sus anormales ojos dorados, ya que los vampiros los tienen rojos. Estudiaba de noche y trazaba planes durante el día. Se marchó a Francia a nado y continuó por Europa y sus universidades. Estudió música, ciencias y medicina. Durante dos siglos, desarrolló inmunidad a la sangre humana, y consiguió convertirse en doctor. Carlisle estaba estudiando en Italia cuando descubrió un aquelarre de vampiros llamados «Vulturis». Tiene en su poder un cuadro de Francesco Solimena de los tres «Vulturis» y Carlisle en lo alto de un balcón, que miran con calma el caos reinante a sus pies. Tras unas décadas se separaron, ya que ellos trataban de convencerlo de que se alimentara de su alimento "natural", sangre humana, mientras que él trataba de convencerles de que se alimentaran con la sangre de animales. Marchó al Nuevo Mundo, donde trabajaba por las noches en el hospital de Chicago. Convirtió a Edward en vampiro en 1918 al ser un moribundo por gripe española.[2]
Se casó con Esme a quien él mismo convirtió en vampiro. Más tarde, encontró a Rosalie Hale, y también la convierte, con deseos de que sea la compañera de Edward. Ella, más tarde, le pide a Carlisle que convierta a Emmett, a quien había encontrado al borde de la muerte, mientras cazaba. Unos cuantos años después, Alice y Jasper se unen a su familia, formando una de las familias de vampiros más grandes del mundo
Descripción
Como todos los vampiros, Carlisle tiene la piel extremadamente pálida. Mide 1.90 m., su pelo es de color rubio, y sus ojos varían de negro a dorado, dependiendo de su sed. Es tan atractivo que, según Charlie, las enfermeras del hospital no se concentran en su trabajo, y que parece más un actor de cine. Incluso Bella reconoce que es muy apuesto. Aparenta 23 años. Durante su estancia en Volterra, los Vulturi le nombraron Conde.
Psicológicamente, Carlisle es muy noble y humano, es decir, trata de que sus actos no sean los propios de un vampiro y beneficiosos (o por lo menos no perjudiciales) ante la comunidades humanas. Inclusive Jacob Black lo reconoce como "Lo más cercano a un vampiro confiable" a pesar de su odio por los vampiros.
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